No te preocupes, no es malo
Esas fueron las palabras que salieron de mi ginecólogo en la visita rutinaria.
Todo empezó poco antes de las vacaciones de agosto. Me noté un pequeño bulto en la mama derecha pero no le dí más importancia pues mis pechos son bastante fibrosos. Además, no era la primera vez que me notaba algo y se iba, así que dejé pasar todo el mes de agosto y ni siquiera me acordé más.
A mi regreso, sin buscarlo volví a toparme con él. No me dolía en absoluto. Lo podía mover fácilmente y al tacto era duro. En ese momento, pensé que tal vez debía ir al ginecólogo para que me lo viera y me dijera como ya se sucedió en el 2009 que no era nada...
Así que el día 7 de septiembre ya tenía hora con él. Después de la exploración me dijo que efectivamente no parecía nada malo, pero que igualmente me mandaba una ecografía ya que es el procedimiento habitual. Así que salí de la consulta tranquila y sin más preocupación.
Todo empezó poco antes de las vacaciones de agosto. Me noté un pequeño bulto en la mama derecha pero no le dí más importancia pues mis pechos son bastante fibrosos. Además, no era la primera vez que me notaba algo y se iba, así que dejé pasar todo el mes de agosto y ni siquiera me acordé más.
A mi regreso, sin buscarlo volví a toparme con él. No me dolía en absoluto. Lo podía mover fácilmente y al tacto era duro. En ese momento, pensé que tal vez debía ir al ginecólogo para que me lo viera y me dijera como ya se sucedió en el 2009 que no era nada...
Así que el día 7 de septiembre ya tenía hora con él. Después de la exploración me dijo que efectivamente no parecía nada malo, pero que igualmente me mandaba una ecografía ya que es el procedimiento habitual. Así que salí de la consulta tranquila y sin más preocupación.
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